Las sales minerales, compuestas por un catión y un anión, juegan roles fundamentales en nuestro organismo. Se presentan en dos formas principales: insolubles (no disociadas) y solubles (disueltas en agua). Cada una cumple funciones esenciales para nuestra salud.
Sales Minerales Insolubles
Las sales insolubles tienen una función esquelética crucial. Un ejemplo es el carbonato de calcio, que forma caparazones y conchas, y el fosfato de calcio, que junto con otros fosfatos da estructura a nuestros huesos.
Además, estas sales pueden estar asociadas a moléculas orgánicas, como glucosa o aminoácidos. Por ejemplo, el nitrógeno unido a un grupo amino da estructura a las proteínas. La hemoglobina, que transporta oxígeno, contiene hierro. Por eso es vital consumir alimentos ricos en hierro para prevenir la anemia. La clorofila contiene magnesio y la vitamina B12 contiene cobalto, esenciales para diversas funciones celulares.
Sales Minerales Solubles
Las sales solubles, disueltas en agua, son responsables de funciones específicas y críticas en el organismo. Participan en procesos físicos y químicos, como el equilibrio osmótico y la regulación del pH de la sangre. Aunque constituyen menos del 5% de nuestra composición, su impacto es significativo.
Estas sales se encuentran en el medio intracelular y extracelular, regulando la acidez corporal y manteniendo la concentración de líquidos. Se obtienen principalmente de frutas, verduras, cereales y proteínas.
Funciones Principales de las Sales Minerales
Conducción de Impulsos Nerviosos
El sodio y el potasio son cruciales para la conducción de impulsos nerviosos y la regulación del volumen de agua en el cuerpo. Un desequilibrio en estos minerales puede causar edema.
Estructura Ósea y Contracción Muscular
El calcio es esencial para la estructura de huesos y dientes, la contracción muscular, la coagulación sanguínea y la sinapsis neuronal. El hierro, parte de la hemoglobina, ayuda a transportar oxígeno en la sangre. El magnesio es fundamental para la clorofila en las plantas y también participa en la contracción muscular y otros procesos vitales.
Gases Vitales
El oxígeno y el dióxido de carbono son gases esenciales en la respiración celular, permitiendo la producción de ATP, la molécula de energía del cuerpo.
Biomoléculas Esenciales
Hidratos de Carbono, Lípidos, Proteínas y Ácidos Nucleicos
Estas biomoléculas orgánicas, compuestas por carbono, hidrógeno y oxígeno, son fundamentales en nuestra alimentación y funciones corporales. Los hidratos de carbono y lípidos proporcionan energía, mientras que las proteínas y ácidos nucleicos son esenciales para la estructura, función y regulación de tejidos y órganos.
Metabolismo
El metabolismo, conjunto de reacciones químicas en el organismo, se divide en catabolismo (descomposición de moléculas grandes en pequeñas para liberar energía) y anabolismo (formación de moléculas grandes a partir de pequeñas para almacenar energía). Estas reacciones son cruciales para obtener ATP y NADH, las principales fuentes de energía celular.
Conclusión
Las sales minerales y biomoléculas son vitales para el funcionamiento adecuado del organismo. Desde la conducción de impulsos nerviosos hasta la estructura ósea y la producción de energía, su papel es indispensable. Mantener un equilibrio adecuado de estos elementos a través de una dieta equilibrada es clave para nuestra salud y bienestar.